Una sencilla foto de esa carretera que se pierde. parece la casa de campo, un lugar estupendo para perderse de vez en cuando. Como has visto subí en el ascensor a esa enorme torre en la Moncloa, me vino bien tu ayuda para ir en metro y no llevar el coche. Un abrazo
Me alegra doble o hasta triplemente Helio, por subir, por tus fotos y por ir en metro, el coche realmente no es práctico en ese lugar salvo que no te importe dejarlo a medio kilómetro de distancia...o mas. Efectivamente es la Casa de Campo una tarde de otoño de no hace muchos días, concretamente el trocito que no está cortado al tráfico y nos permite llegar al teleférico.
Me gusta mucho este paisaje las luces y la armonía de él. Así es la vida que si dejamos perder la oportunidad no se puede echar marcha atrás. Un abrazo.
Me encanta esta foto, está muy bien tomada porque da sensación de profundidad, esa que necesita una carretera para que nos seduzca avanzar y tiene una luz preciosa. Va muy bien con la cita ya que, la vida es así, un camino con curvas del que no hay que perderse nada y mucho menos una oportunidad. Un beso gigante!
¡Que lejos estaba cuando hice esta foto de saber lo que iba a ocurrir una semana después!. Luego lo escribo, a mi me parece que tienes razón cuando hablas de "seducción", creo que es la palabra justa, por lo demás, la carreterita bien asfaltada, sin arcenes, de ida y vuelta, picando hacia arriba y cerrándose al final de lo que alcanza la vista nos deja paradójicamente un final abierto, tanto como miradas. Gracias.
Una fotografía a la que, para mi gusto, no le falta absolutamente nada. Luz, color y un formato y encuadre muy bien vistos donde la carretera y las lineas que la delimitan te introducen sin querer en la imagen y te llevan hasta el fondo de la misma. Un abrazo,
¿Sabes una cosa Miguel? creo que es en el formato donde reside el mayor acierto de esta foto amable, normalmente suelo hacer siempre al menos dos disparos de cada cosa que fotografío; pongo la cámara en horizontal y en vertical si bien es cierto que puedes saltarte este paso y trabajarlo luego en casa en el ordenador no es lo mismo. Lo has contado muy bien, mi intención era justamente esa, necesitaba un marco "físico", -de ahí el encuadre-, desde el que empezar a "mirar" obviando todo lo demás que ya te digo yo distraía mucho.
Apoyo esa frase...y la anterior!!! Como te he dicho en alguna otra ocasión, me encanta pasar por aquí, ver tus trabajos (siempre estupendas fotografías) y leer esas frases con las que los acompañas...dan para pensar bastante!!!
Un gran abrazo, amigo...ah, y muchas gracias, por cierto...tienes mucha razón en eso de los segundos y terceros puestos, aunque yo los celebro también por todo lo alto, jajajaaaa!!! ;:
Te lo dije porque he sido ciclista federado y en toda mi vida desde infantiles a aficionados como se llama entonces tan solo una vez pude ganar una etapa pero en el sprint que picaba hacia arriba mi compañero de fuga y yo nos tocamos con los brazos y siendo el mas corpulento acabé en el suelo a cinco metros de la meta con el labio partido y dos dientes rotos. Ganar es muy muy dificil. No recuerdo un momento de mayor frustración ni siquiera cuando supe que nunca iba a llegar a profesionales pero hay que ser muy bueno para eso. Gracias por tu visita y comentarios
Dime una cosa, apreciado Adolfo, ¿el cantante enrique Urquijo no fue quien compuso “Quiero beber hasta perder el control”? Tengo en la mente que ha muerto en situaciones extrañas; al parecer se fue muy temprano por el sendero de los sueños rotos, no solo los suyos sino los de quienes lo amaron. Si juntáramos: “La nostalgia y la tristeza suelen coincidir” más “quiero beber hasta perder el control”, el juglar tenía realmente problemas de soledad y a lo mejor de incomprensión; con frecuencia los genios viven una vida llena de fantasías. Respecto de William George Ward, lamento decirlo, pero lo desconozco, ya me he de enterar en la Enciclopedia; esa frase en verdad es lapidaria; ciertas oportunidades sólo se nos presentan una vez; si lo pensáramos mucho, después sería demasiado tarde. No sé por qué, pero lo aplico más al amor: cuando no nos decidimos, después tenemos que ver al horizonte con un poco de nostalgia :) La fotografía está hermosa, me he imaginado yendo por allí en bici. Salud, un abrazo
Hola Rud, el juglar, que es un genío y esto te lo dice todo el mundo desde Joaquín Sabina a los músicos de su época pasando por Chavela Vargas o María Dolores Pradera tenía problemas eomociononales, era una persona tendente a la melancolía y a la depresión, una personalidad triste agudizada por un acontecimiento en los años de juventud que marcarían su forma de ser toda la vida.
Conoció a una chica que sería su primera novia y el amor que nunca pudo olvidar; se llamaba Eloisa y los padres de esta chica no querían que se juntara con Enrique pues no veían su carrera de músico con buenos ojos y ella debía centrarse en los estudios. Prohibieron la relación y la hicieron imposible.
Enrique fue un compositor único porque sus canciones narraban su vida, en "El Primer Cruce" nos habla de como hacían para verse y como Eloisa escapaba de la vigilancia paterna de noche para juntar sus labios con los de Enrique, esto duró hasta la separación definitiva que es cuando Enrique escribe con el alma rota "Quiero beber hasta perder el control" sobre la ruptura definitiva aunque como digo nunca la olvidó hasta el punto que dos décadas después se encontraron y estuvieron hablando, se cuenta que esa misma noche Enrique escribió "Hoy la ví", pero yo creo que la canción ya la tenía en la cabeza mientras compartieron ese ratito. Fue la última composición y grabación de Enrique que muy poco después moriría muy cerca de mi casa en el barrio de Malasaña por una ingesta de drogas...se le fue la mano. Tenía dinero y acababa de salir de una clínica de deshintoxicación. Me unen muchas cosas a Enrique a quien vi en un acústico sin su banda, únicamente su guitarra, su voz y su vida hecha canciones. Era como si hablara de mí. Increíble.
La foto es de La Casa de Campo, uno de los grandes púlmones verdes de Madrid y se encuentra en su mayor parte cortada al tráfico, por aquí he montado toda la vida en bicicleta, ahora es mas seguro pero ya no puedo subirme a una bici.
Tranquilo Esteban si tienes cuerpo para correr, por aquí no tienes el menor riesgo, La Casa de Campo está en su mayor parte cortada al tráfico, es enorme y tanto ciclistas como corredores de a pie están seguros al 100% de atropellos.
La frase de William es bien cierta a veces llega la oportunidad de algo y se nos escapa sin remedio y nos deja con un sí hubiera dicho o hecho para siempre o para una buena temporada con un poco de suerte. La foto me gusta refleja un buen momento de paz o soledad según se mire. Un beso!!
¿Es que es posible la paz sin soledad?, no sé a mi no se me ocurre como, quizá porque siempre he necesitado de mis momentos de soledad seguramente buscando esa paz. En cuanto a la frase la frase me parece que es tan cierta como la ley de la gravedad, por eso la elegí claro.
Todo es simple y excepcional en esta foto: la luz perfecta que baña toda la composición y que define cada elemento como si acabara de salir de fábrica, la poderosa textura del árbol del primer plano y la perspectiva que rompe las dos dimensiones en tres o en cuatro...y sobre todo ese leve quiebro del trazado de la carretera para librar al pino algo díscolo. Por esa carretera solo debería permitirse el paso de bicis y patines, vehículos sin ruido y que se deslicen con cierto arte.
Bueno pues esta coqueta y cuidada carreterita es una de las dos o tres que no está cortada al tráfico y la razón es evidente: conduce al teleférico. Lo de los vehiculos sin ruido para mí que son mas peligrosos que aquellos otros que se oyen venir. Muy bien visto lo del pino ¿has pensado en las raices que debe tener?.
Pasaba por aquí y entré a curiosear. Me alegro y mucho el haberlo hecho, pues me ha gustado como escribes. Y la verdad sobre todo, no tanto el tamaño de las letras y el poco contraste en el colorido del texto. Me tendrás por aquí con frecuencia.
Una sencilla foto de esa carretera que se pierde. parece la casa de campo, un lugar estupendo para perderse de vez en cuando.
ResponderEliminarComo has visto subí en el ascensor a esa enorme torre en la Moncloa, me vino bien tu ayuda para ir en metro y no llevar el coche.
Un abrazo
Me alegra doble o hasta triplemente Helio, por subir, por tus fotos y por ir en metro, el coche realmente no es práctico en ese lugar salvo que no te importe dejarlo a medio kilómetro de distancia...o mas. Efectivamente es la Casa de Campo una tarde de otoño de no hace muchos días, concretamente el trocito que no está cortado al tráfico y nos permite llegar al teleférico.
Eliminarun abrazo
Me gusta mucho este paisaje las luces y la armonía de él.
ResponderEliminarAsí es la vida que si dejamos perder la oportunidad no se puede echar marcha atrás.
Un abrazo.
Gracias Mari-Pi-R, estoy de acuerdo.
Eliminarabrazoa
Me encanta esta foto, está muy bien tomada porque da sensación de profundidad, esa que necesita una carretera para que nos seduzca avanzar y tiene una luz preciosa.
ResponderEliminarVa muy bien con la cita ya que, la vida es así, un camino con curvas del que no hay que perderse nada y mucho menos una oportunidad.
Un beso gigante!
¡Que lejos estaba cuando hice esta foto de saber lo que iba a ocurrir una semana después!. Luego lo escribo, a mi me parece que tienes razón cuando hablas de "seducción", creo que es la palabra justa, por lo demás, la carreterita bien asfaltada, sin arcenes, de ida y vuelta, picando hacia arriba y cerrándose al final de lo que alcanza la vista nos deja paradójicamente un final abierto, tanto como miradas. Gracias.
Eliminarun beso
Una fotografía a la que, para mi gusto, no le falta absolutamente nada. Luz, color y un formato y encuadre muy bien vistos donde la carretera y las lineas que la delimitan te introducen sin querer en la imagen y te llevan hasta el fondo de la misma.
ResponderEliminarUn abrazo,
¿Sabes una cosa Miguel? creo que es en el formato donde reside el mayor acierto de esta foto amable, normalmente suelo hacer siempre al menos dos disparos de cada cosa que fotografío; pongo la cámara en horizontal y en vertical si bien es cierto que puedes saltarte este paso y trabajarlo luego en casa en el ordenador no es lo mismo. Lo has contado muy bien, mi intención era justamente esa, necesitaba un marco "físico", -de ahí el encuadre-, desde el que empezar a "mirar" obviando todo lo demás que ya te digo yo distraía mucho.
EliminarUn abrazo
Apoyo esa frase...y la anterior!!! Como te he dicho en alguna otra ocasión, me encanta pasar por aquí, ver tus trabajos (siempre estupendas fotografías) y leer esas frases con las que los acompañas...dan para pensar bastante!!!
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo...ah, y muchas gracias, por cierto...tienes mucha razón en eso de los segundos y terceros puestos, aunque yo los celebro también por todo lo alto, jajajaaaa!!! ;:
Te lo dije porque he sido ciclista federado y en toda mi vida desde infantiles a aficionados como se llama entonces tan solo una vez pude ganar una etapa pero en el sprint que picaba hacia arriba mi compañero de fuga y yo nos tocamos con los brazos y siendo el mas corpulento acabé en el suelo a cinco metros de la meta con el labio partido y dos dientes rotos. Ganar es muy muy dificil. No recuerdo un momento de mayor frustración ni siquiera cuando supe que nunca iba a llegar a profesionales pero hay que ser muy bueno para eso. Gracias por tu visita y comentarios
Eliminarte dejo un abrazo
Dime una cosa, apreciado Adolfo, ¿el cantante enrique Urquijo no fue quien compuso “Quiero beber hasta perder el control”? Tengo en la mente que ha muerto en situaciones extrañas; al parecer se fue muy temprano por el sendero de los sueños rotos, no solo los suyos sino los de quienes lo amaron.
ResponderEliminarSi juntáramos: “La nostalgia y la tristeza suelen coincidir” más “quiero beber hasta perder el control”, el juglar tenía realmente problemas de soledad y a lo mejor de incomprensión; con frecuencia los genios viven una vida llena de fantasías.
Respecto de William George Ward, lamento decirlo, pero lo desconozco, ya me he de enterar en la Enciclopedia; esa frase en verdad es lapidaria; ciertas oportunidades sólo se nos presentan una vez; si lo pensáramos mucho, después sería demasiado tarde. No sé por qué, pero lo aplico más al amor: cuando no nos decidimos, después tenemos que ver al horizonte con un poco de nostalgia :)
La fotografía está hermosa, me he imaginado yendo por allí en bici.
Salud, un abrazo
Hola Rud, el juglar, que es un genío y esto te lo dice todo el mundo desde Joaquín Sabina a los músicos de su época pasando por Chavela Vargas o María Dolores Pradera tenía problemas eomociononales, era una persona tendente a la melancolía y a la depresión, una personalidad triste agudizada por un acontecimiento en los años de juventud que marcarían su forma de ser toda la vida.
EliminarConoció a una chica que sería su primera novia y el amor que nunca pudo olvidar; se llamaba Eloisa y los padres de esta chica no querían que se juntara con Enrique pues no veían su carrera de músico con buenos ojos y ella debía centrarse en los estudios. Prohibieron la relación y la hicieron imposible.
Enrique fue un compositor único porque sus canciones narraban su vida, en "El Primer Cruce" nos habla de como hacían para verse y como Eloisa escapaba de la vigilancia paterna de noche para juntar sus labios con los de Enrique, esto duró hasta la separación definitiva que es cuando Enrique escribe con el alma rota "Quiero beber hasta perder el control" sobre la ruptura definitiva aunque como digo nunca la olvidó hasta el punto que dos décadas después se encontraron y estuvieron hablando, se cuenta que esa misma noche Enrique escribió "Hoy la ví", pero yo creo que la canción ya la tenía en la cabeza mientras compartieron ese ratito. Fue la última composición y grabación de Enrique que muy poco después moriría muy cerca de mi casa en el barrio de Malasaña por una ingesta de drogas...se le fue la mano. Tenía dinero y acababa de salir de una clínica de deshintoxicación. Me unen muchas cosas a Enrique a quien vi en un acústico sin su banda, únicamente su guitarra, su voz y su vida hecha canciones. Era como si hablara de mí. Increíble.
La foto es de La Casa de Campo, uno de los grandes púlmones verdes de Madrid y se encuentra en su mayor parte cortada al tráfico, por aquí he montado toda la vida en bicicleta, ahora es mas seguro pero ya no puedo subirme a una bici.
un beso
Y yo, a diferencia de nuestra amiga común Rud, me imagino por allí trotando.Pero por dentro para no correr riesgos de atropello, claro.
ResponderEliminarTranquilo Esteban si tienes cuerpo para correr, por aquí no tienes el menor riesgo, La Casa de Campo está en su mayor parte cortada al tráfico, es enorme y tanto ciclistas como corredores de a pie están seguros al 100% de atropellos.
Eliminarun abrazo
La frase de William es bien cierta a veces llega la oportunidad de algo y se nos escapa sin remedio y nos deja con un sí hubiera dicho o hecho para siempre o para una buena temporada con un poco de suerte.
ResponderEliminarLa foto me gusta refleja un buen momento de paz o soledad según se mire.
Un beso!!
¿Es que es posible la paz sin soledad?, no sé a mi no se me ocurre como, quizá porque siempre he necesitado de mis momentos de soledad seguramente buscando esa paz. En cuanto a la frase la frase me parece que es tan cierta como la ley de la gravedad, por eso la elegí claro.
Eliminarun beso
Y además de verdad..a veces estamos en el sitio justo y la hora perfecta..muy buena..un saludo desde Murcia...
ResponderEliminares otra manera de verlo pero tienes razón, no es lo normal pero a veces ocurre, ciertamente.
EliminarMe alegra verte por aqui.
un abrazo
Todo es simple y excepcional en esta foto: la luz perfecta que baña toda la composición y que define cada elemento como si acabara de salir de fábrica, la poderosa textura del árbol del primer plano y la perspectiva que rompe las dos dimensiones en tres o en cuatro...y sobre todo ese leve quiebro del trazado de la carretera para librar al pino algo díscolo. Por esa carretera solo debería permitirse el paso de bicis y patines, vehículos sin ruido y que se deslicen con cierto arte.
ResponderEliminarun abrazo.
Bueno pues esta coqueta y cuidada carreterita es una de las dos o tres que no está cortada al tráfico y la razón es evidente: conduce al teleférico. Lo de los vehiculos sin ruido para mí que son mas peligrosos que aquellos otros que se oyen venir. Muy bien visto lo del pino ¿has pensado en las raices que debe tener?.
Eliminarun abrazo
Pasaba por aquí y entré a curiosear.
ResponderEliminarMe alegro y mucho el haberlo hecho, pues me ha gustado como escribes.
Y la verdad sobre todo, no tanto el tamaño de las letras y el poco contraste en el colorido del texto.
Me tendrás por aquí con frecuencia.
manolo
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