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jueves, 5 de noviembre de 2015

El hombre es el único bruto que tropieza dos veces en el mismo pedrusco. Les cuento


No le temo a la muerte, solo que no me gustaría estar allí cuando suceda.
WOODY ALLEN.

Para la primera tengo una buena coartada, pues en aquel entonces era un tierno infante de apenas cinco años y todo el mundo sabe que nadie puede defenderse a esa edad cuando por una de esas extrañas manías que tienen las madres por hacer algo que creen especial y que te va a gustar pero no se molestan en pedir tu opinión porque ya está decidido, lo que consiguen es grabarte traumas infantiles para toda la vida y a la mía no se lo ocurrió otra cosa que llevarme al Teleférico cuando aun no sabía que al vértigo se le llamaba vértigo pero ya sentía un miedo horrible a despegar los pies del suelo. 

Cosa distinta fue la segunda vez pues aquello ocurrió de manera consciente. Como saben, "G" no es española de modo que al principio de nuestra relación ocupaba mucho tiempo en enseñarle Madrid y todavía lo sigo haciendo hasta que uno de esos días en que ameneces con los sentidos apagados preguntas si le gustaría subir al teleférico para inmediatamente arrepentirte en el segundo siguiente de pronunciada la frase pues obviamente sabes lo que va a contestar. 

- "A mí sí, pero tú no tienes huevos".

 Obviamente aquello activó "la respuesta reflejo elemental":

- "¿Que no tengo huevos?".

Ante tamaña afrenta, flagrante y semejante ataque a la línea de flotación de mi orgullo y dignidad, actué como solo se podía hacer, por eso y también porque es lo que tiene el amor; "la inconsciencia y la consistencia o solidez de tus propios actos y la temeridad de un hombre enamorado", decía que en media hora estaba haciendo cola en la taquilla, tembloroso, sí, con palpitciones, sí, seca la garganta, también y mas blanco que una sábana blanca ondeando al aire como en un anuncio televisivo del mejor detergente, vamos como si me hubiera duchado esa mañana con lejía, pidiendo por favor dos tickets de ida y vuelta, "¿porque esto vuelve verdad?", verdad me dijo la vendedora, aunque lejos de tranquilizarme no pude evitar pensar que aquellas pudieran ser mis últimas palabras pues era evidente que íbamos a morir, al menos yo, probablemente de un infarto o lo que se terciase pues ya  estaba al borde de la apoplejía cuando en un rapto de lucidez y por si fuera poco caí en que aquellas eran las mismas cabinas a las que subí en 1971 solo dos años después de ser inaugurado el primer viaje por el alcalde y su señora esposa, en aquel momento casi tres décadas y media después estaba a punto de entrar en una de ellas sobre la marcha porque no se paran totalmente, tan solo disminuyen su velocidad y un señor se encarga de dar el empujón a los indecisos.

Como no hay dos sin tres, durante una visita de unos amigos de "G" a Madrid. Repetí.


Como indeciso, pues no acababa por decantarme entre una y otra foto, pongo las dos.

Y hablando de hortalizas, el recorrido es de dos kilómetros y medio a una velocidad de tres metros y medio por segundo. La estación desde donde hice las fotos se encuentra a 651 metros sobre el nivel del mar y la mayor altura que alcanza El Teleférico son ¡4000 centímetros!, como soy de letras puras puedo errar el cálculo de modo que otra forma de decirlo sería 40 metros, que es lo que pone en su página web.

22 comentarios:

  1. A base de repetir al final te acabará gustando eso de subir al teleférico, jaja!!
    Las dos fotos me gustan por motivos distintos. La primera es una panorámica bonita que tiene como protagonista las cabinas del teleférico y Madrid al fondo y la segunda, fíjate, es la que más me gusta de las dos, porque la verticalidad y ese plano más corto me causa más sensación de profundidad.
    Un besito!!

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    1. Comparto tu opinión fotográfica, a mí también me gusta mas la segunda pero ocurre que en la primera el color grisáceo y mortecino de la tierra logré cambiarlo por uno mas vivo y eso, el simple "hecho" de darle otra apariencia ha influido en que la eligiera para abrir la entrada, bueno eso y que siempre en una panorámica se ve mas, claro, y algo quizá intrancesdente para vosotros pero no para mí y es que ya tocaba una foto horizontal en el blog. Ya, ya sé...son manías pero como dijo Cervantes: "Cada uno es como Dios le hizo y aun peor mil veces", o algo así.

      Otro beso para tí

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  2. No he subido nunca a un teleférico, aunque no se lo que haría en el caso de que se me presentara la ocasión, pienso que quizás me daría vértigo ya en Benidorm no subí al ascensor del hotel Bali, que se encuentra en el exterior del edificio y en el que según dicen se puede contemplar unas vistas espectaculares....una persona amiga me comentó que cuando estuvo allí tuvo que bajar en mitad del recorrido porque se mareaba, por lo que yo preferí no subí escarmentando en cabeza ajena...cosa rara, no?

    Besos

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    1. Conozco porque los he usado ese tipo de ascensores y para nada me parece rara tu decisión vista la experiencia de tu amiga.
      Es mas, creo que fue lo mas sensato, lo insensato es lo que podemos llegar a hacer por amor.

      un beso

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  3. Yo en general tengo mucho miedo fisico pero en cambio las alturas no me impresionan, he subido algunas veces en teleféricos y me ha gustado ya que las vistas siempre suelen ser impresionantes y no van muy deprisa para que uno se alarme.
    Un saludo.

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    1. Precisamente la baja velocidad es lo que pone los pelos de punta pues el trayecto se hace interminable. Ya que estás dentro, cuanto antes salgas de allí, mejor. En el caso de Madrid son algo mas de once minutos en el aire y para alguien con un vértigo atroz como el mío eso es una eternidad.

      saludos

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  4. Ese telesférico lo "viví"en su momento junto a mi señora.

    ¡Inolvidable!, sobre todo por estar tan lejos de mi morada al final del mundo.

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    1. Eso de "junto a mi señora" es puro castellano viejo que ya no se usa por estas latitudes, una pena pues es bien bonito, por fortuna a nuestra lengua siempre le quedará el refugio de América.
      Me alegra que tengas un buen recuerdo.

      un abrazo

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  5. Te podría contar mis experiencias en el teleférico de Fuente Dé en Cantabria, pero casi me da vergüenza.
    - ¿Que os da miedo subir aquí? (hay que ver el teleférico, ¿eh?) ¡Hala, vamos!
    - No, perdonen, es que hoy no funciona, hace demasiado viento.
    Uff... (Suspiro profundo de quien suscribe)

    ¡Qué bien se está a ras de tierra, oiga!

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    1. Pero a ras es a ras, vamos ¡casi un cuerpo a tierra!. Te comprendo perfectamente y me alegra haber dado con un semejante que sienta y piense como yo sobre el particular.

      un abrazo Juan

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  6. Hola, Adolfo
    Bien logradas las imágenes. A mi esposo no le gusta, la primera frase, así que la he cambiado: “el ser humano es el único animal que tropieza varias veces con la misma roca”.
    No le temo a la muerte; soy consciente de mi mortalidad; ni siquiera hay que estar enfermos para enfrentarla; me encanta viajar, así que podría encontrarla en un avión, o en cualquier parte :)
    Salud, un abrazo

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    1. Hola Rud:

      Tampoco yo le temo en absoluto, de hecho hace un par de años la busqué sin ningún éxito pues la química no tiene ningún efecto en mi organismo por mas que hiciera mezclas imposibles, ahora que es cuando todo se pone mas difícil y cuesta arriba, por alguna razón he cambiado el chip y he decidido plantarle cara a la enfermedad. No se lo voy a poner nada sencillo. Otra cosa es tener vértigo :)

      un abrazo

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  7. He estado en esa terraza un par de veces, aunque llevo cuarenta años en esta comunidad nunca he subido en el teleférico, no por miedo ni por vértigo, en dos ocasiones intenté subir, eran días festivos y no soy amante de las colas kilométricas para acceder a los lugares.
    Bonitas fotos.
    Un abrazo

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    1. Ni yo. Cuando hablo de "cola" es mas una licencia literaria que pura realidad. Es raro tener que hacer cola aquí salvo como dices que fuera festivo pero no era el caso. Te creí madrileño de nacimiento.

      un abrazo

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  8. El método para, al menos, hacerlo menos intenso es cerrar los ojos. Pero claro, te pierdes el paisaje.

    La segunda me parece una buena foto.

    Un abrazo.

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    1. Podría resultar tal vez en teoría pero en la práctica si cierro los ojos pierdo cualquier referencia espacial por tanto me caigo y además ya que pagas...
      Por otra parte si vas acompañado, hacer el viaje con los ojos cerrados, como que no me parece.

      un abrazo

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  9. Me gustan las dos aunque la segunda por la cercanía de las cabinas me gusta más. Yo también tengo vértigo, el funicular del puerto de Barcelona no me ha visto el pelo jjj.
    Besos mil Ripley!!

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    1. Pues que quieres que te diga Ana, ¡bienvenida al club!. Me parece estupendo que existan estas cosas pero eso no nos obliga a utilizarlas.

      otro beso bien grande para tí.

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  10. Jajaja, tranquilo, se de alguno que en el de Barcelona, sin ir más lejos, hizo el trayecto sentado en el suelo para no poder ver nada que no fueran piernas y al llegar no lo hace en una torre metálica de la que se baja en ascensor. Ahí tuvieron que arrastrarlo entre dos. Por alguna razón me gusta más la segunda de las fotografías.
    Un abrazo,

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    1. El problema del vértigo no es solo cuestión del miedo a ver, sino sentir que no estás en tierra firme y eso para nosotros es pavoroso por lo incontrolable. Mi ex no le da importancia y dice que no quiero ir a "algunos sitios" ¡parece mentira que sea médico!

      Creo que ya lo he dicho mas arriba, también a mí me gusta mas la segunda.

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  11. Total, que a casi nadie le gusta estar colgado de las alturas. Pues claro, hombre, ¿desde cuándo las personas humanas o seres humanos en general tienen querencia por las alturas, con lo tranquilo se está en el p.... suelo? Bueno, espera..., no, calla..., bah, olvídalo.

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    1. Mayoría absoluta Juan, ahora solo falta un partido político que prometa solucionar el vértigo y a ese nos apuntamos todos aunque como decía aquel alcalde que fue, al que llamaban "el viejo profesor", los programas electorales estén para no cumplirlos.

      Abrazo

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"Pasaba por ahí" lleva en su nueva etapa: Entradas y Comentarios.
© Adolfo González del Valle. 2015 - 2016. Puedes contactar conmigo en: fotosderipley@gmail.com